lunes, 23 de marzo de 2009

Día Mundial del Agua


La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó en diciembre de 1993 la Resolución A/RES/47/193, por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua, en conformidad con las recomendaciones de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo contenidas en el Capítulo 18 (Recursos de Agua Dulce) de la Agenda 21.
En dicha circular se invitó entonces a todos los Estados a consagrar este día, en el marco del contexto nacional, a la celebración de actividades concretas como el fomento de la conciencia publica a través de la producción y difusión de documentales y la organización de conferencias, mesas redondas, seminarios y exposiciones relacionadas con la conservación y desarrollo de los recursos hídricos.
Por considerarlo de interés transcribimos a continuación el mensaje del Sr. Koichiro Matsuura, Director General de la UNESCO con motivo del Día Mundial del Agua 2009:
El agua incide en todos los aspectos de la vida humana, desde la salud y elsaneamiento hasta los alimentos que comemos, y del entorno natural y losecosistemas a la industria y la energía que impulsan nuestro desarrollo.
Pero este recurso esencial está en peligro. El volumen de agua que seencuentra a nuestra disposición ha permanecido invariable durante miles deaños, mientras que el número de usuarios y las modalidades de utilización hanaumentado muy considerablemente.

Algunos fenómenos de ámbito mundial –tales como el crecimiento demográfico, la urbanización, los cambios en el uso del suelo y el calentamiento de la Tierra– están generando presiones encontradas sobre este recurso limitado. A consecuencia de todo esto,el volumen de agua disponible por persona es cada vez más desigual y está menguando de manera drástica.

Las realidades geopolíticas complican estas tendencias. Los ríos, lagos y acuíferos no respetan las fronteras nacionales. Hasta el momento se calcula en276 el número de masas de agua de superficie transfronterizas y en 273 el delos acuíferos transfronterizos, y alrededor del 40% de la población mundial viveen zonas aledañas a esos recursos. La rivalidad por el agua es aún más intensaen esos lugares, lo que genera graves tensiones entre los diversos grupos deusuarios. Algunos incluso han agitado el espectro de futuras “guerras del agua”.

El Día Mundial del Agua 2009 nos brinda la oportunidad de dar a conocer mejoresos peligros. Sin embargo, es también la ocasión de recordar que el agua notiene por qué ser una fuente de conflicto y rivalidad. Si usamos nuestros recursoshídricos con justicia y sabiduría, el agua también puede ser un catalizador de lapaz y la cooperación internacional.

El agua debería considerarse como un recurso polifacético que ofreceoportunidades para generar nuevos beneficios susceptibles de repartición,solucionar algunos problemas de las partes interesadas y satisfacer susintereses respectivos. Cuando la gestión de las aguas compartidas se lleva acabo con los instrumentos adecuados –es decir, mediante la colaboración, latolerancia y la deferencia recíproca– puede abrir un sendero seguro hacia eldesarrollo sostenible y pacífico en muchas dimensiones: social, económica,política, cultural y ecológica. De modo que los beneficios potenciales de lacolaboración en torno al agua pueden y deben trascender la simple gestión deese recurso.

Las experiencias del pasado confirman que distintos interlocutores con interesesdivergentes pueden llegar a usar un recurso común de manera armoniosa, en el caso del agua lo importante es aprender a administrarla con equidad, de manera que se garantice a todos la buena calidad y las cantidades adecuadas del líquido.

A este fin, y para ayudar a las partes interesadas a manejar constructivamentelos delicados problemas relativos al agua, la UNESCO creó la iniciativadel conflicto potencial a un potencial de cooperación (PCCP), este programa,que se inauguró en 2001, tiene por cometido principal aumentar la capacidad deprefigurar, evitar y solucionar conflictos de los decisores, diplomáticos,profesionales de los recursos hídricos y otros copartícipes esenciales.

Aprovechando los estudios realizados sobre casos exitosos de cooperación, esteprograma trata de cambiar la actitud que tradicionalmente ha prevalecido en lagestión del agua y hacer que se pase de la rivalidad a la colaboración, la ayudamutua y la comprensión.

Hemos llegado a un punto donde no procede formular declaraciones nicomunicados. Ahora, es preciso dar prioridad a la acción. Necesitamos movilizarel compromiso político, la capacidad y la buena fe del ser humano para evitarque se hagan realidad los augurios acerca de una inminente crisis del agua. El agua ha sido un vínculo, no una barrera. Y debe seguir siéndolo.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Cambio Climático y Salud

De acuerdo con lo expresado por la OMS: “Los peligros que el cambio climático supone para la salud son de naturaleza diversa y mundial, y van desde el aumento del riesgo de fenómenos meteorológicos extremos hasta cambios de la dinámica de las enfermedades infecciosas. Muchas de las enfermedades más mortíferas son sensibles a las condiciones climáticas, de las que dependen su incidencia y propagación”.

En esa misma línea, la OMS agrega que “estas repercusiones afectarán de forma desproporcionada a las poblaciones vulnerables, tales como los niños pequeños, los ancianos, los enfermos, los pobres y las poblaciones aisladas, así como en zonas con enfermedades endémicas sensibles al clima, grave escasez de agua y escasa producción de alimentos; pequeños estados insulares en desarrollo y regiones montañosas, y megalópolis y zonas costeras de países en desarrollo.

Así las cosas, “las repercusiones sanitarias del cambio climático serán difícilmente reversibles en años o decenios, no obstante, muchas de esas posibles repercusiones son evitables o controlables. Hay medidas definidas en el sector sanitario y sectores conexos para reducir la exposición al cambio climático y sus efectos, por ejemplo, el control de los vectores de enfermedades, la reducción de la contaminación producida por los medios de transporte y el uso eficiente de la tierra y el agua son medidas bien conocidas de utilidad demostrada”.

Adicional a lo planteado, muchas de las medidas necesarias para evitar el cambio climático tienen efectos positivos en la salud como resultado de un mejoramiento en el estilo de vida, por ejemplo, el aumento de la utilización de la bicicleta y del transporte público, en vez de los automóviles privados, contribuirá a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, mejorará la calidad del aire y la salud respiratoria y reducirá el número de muertes prematuras.


martes, 24 de febrero de 2009

Salud Ambiental: El concepto


De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el concepto de Salud Ambiental puede definirse como “…aquella disciplina que comprende aquellos aspectos de la salud humana, incluida la calidad de vida, que son determinados por factores ambientales, físicos, químicos, biológicos y psicosociales”, así como “…la teoría y práctica de evaluar, corregir, controlar y prevenir aquellos factores en el medio ambiente que pueden potencialmente afectar en forma adversa la salud de las presentes y futuras generaciones”.

Para el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos de América, el concepto está relacionado con “…aquellos aspectos de la enfermedad humana y lesiones al ser humano, que son determinados o condicionados por factores en el medio ambiente”. Desde esa perspectiva, corresponde a la salud ambiental, “el estudio de los efectos patológicos directos de diversos agentes químicos, físicos y biológicos, así como los efectos que ejerce el medio físico y social en la salud en general, entre otros, la vivienda, el desarrollo urbano, el uso del terreno y el transporte, la industria y la agricultura.”

El concepto de Blumenthal y más tarde el de López Acuña y colegas incorporan un elemento novedoso en la relación existente entre la salud y medio ambiente al considerarla como una interacción de doble vía en la que se han de considerar “el estudio de los agentes ambientales que pueden producir alteraciones sobre la salud de las poblaciones humanas como el diseño y puesta en marcha de de estrategias de intervención encaminadas a contender con ese problema”.

Salud, medio ambiente y desarrollo sostenible


La relación entre salud, medio ambiente y desarrollo sostenible se plantea con toda claridad en el principio 1 de la Declaración de Río de la Organización de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el desarrollo (1992), cuando se manifiesta que “los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza”.

Este hecho se ve reforzado en el principio 7, en que se consagra que “los Estados deberán cooperar con espíritu de solidaridad mundial para conservar, proteger y restablecer la salud y la integridad del ecosistema de la tierra…” y en el capítulo 6 del programa de la Agenda 21 de la Organización de Naciones Unidas, en que se plantea la relación existente entre la salud y la capacidad de control de la interacción entre el medio físico, el espiritual, el biológico y el económico social.

De igual manera, en el mismo capítulo, se hace énfasis en que los temas de acción de la Agenda 21 “…deben abordar las necesidades de atención primaria de la salud de la población mundial, ya que se integran con el logro de los objetivos de desarrollo sostenible y de la atención primaria de la salud, teniendo en cuenta las cuestiones del medio ambiente”, siendo de especial trascendencia “la inclusión de programas de prevención en vez de depender solamente de medidas de corrección y tratamiento”.

Desde la promulgación de la Carta de la Tierra, muchos países se han involucrado en el proceso de formular planes nacionales de desarrollo sostenible que permitan aumentar el peso de la relación existente entre salud y medio ambiente a través de la integración de las acciones llevadas a cabo por los diferentes sectores que contribuyen al desarrollo económico y al progreso de la sociedad.

Con base en las consideraciones anteriores, es claro que los desarrollos alcanzados a nivel nacional e internacional en torno a los conceptos referidos han servido como base para promover una perspectiva holística e integradora de la salud, la cual coincide a plenitud con los elementos que sustentan el modelo biopsicosocial esbozado anteriormente. En palabras de Corvalán, “el concepto salud, le concierne ahora a todos y cada uno de los sectores de la sociedad y no solamente del sector de la salud”

Medicina U.D.C.A: Una Facultad de Ambiente


La Facultad de Medicina de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A, promueve el respeto por la naturaleza y el cuidado del medio ambiente como estrategias fundamentales para el mantenimiento de la salud y el desarrollo de los seres humanos del presente y del futuro.

Si quieres saber más o colaborar con nosotros en la tarea de mantener la salud global, contáctanos: medicinaudca@gmail.com.